Salgo de casa, pero he olvidado algo, tengo que subir de nuevo, y cuando bajo lo hago justo a tiempo para saber que el hombre excéntrico vive cerca de mí. Él me lleva ventaja. Entonces, como el día está soleado, me pongo la misión de seguirlo, para saber en dónde estudia, simpre y cuando no se desvíe de mi camino.
Empieza la persecución.
El hombre excéntrico es altísimo, sus piernas son largas, pero se ven más alargadas por su pantalón de líneas verticales. Camina con prisa.
Primer obstáculo: tengo que dar dos pasos por uno suyo.
Segundo obstáculo: me empieza a dar una punzada en el pecho, por el aire frío que respiro y por lo rápido que voy, intentando no hacer ruido para no ser descubierta.
Camino, y esquivo a los niños que se ponen en mi camino y que tienen la salida de la escuela.
Sigo caminando, pero él va demasiado rápido, así que veo avanzando su sombrero extravagante cada vez más lejos.
Corro un poco para alcanzarlo.
Trato de parecer normal.
Siento la adrenalina en el estómago y escucho la música de Mario Bros en mi cabeza cuando este entra en lugares oscuros: “tunu tunu tunu… tunu tunu tunu… tun tun tun tun tun tun piripipi tun tun tun”
Esquivo a una señora con bolsas de súper, mi corazón va rápido. Lo sigo teniendo a la vista, pero corro un poco para no alejarme demasiado.
Tunu tunu tunu
Tercer obstáculo: calle empinada.
Sigo decidida, nada puede detenerme, el hombre excéntrico va cerca de mi facultad pero nunca lo he visto en ella.
Me distraigo un poco y lo pierdo de vista. No. Entonces empiezo a ir más deprisa y una señora me detiene (cuarto obstáculo: turista). La miro como diciendo, Sra. Estoy en un asunto importante. Pero ella parece necesitada. Suspiro, volteo a ver si está el hombre extravagante, lo he perdido. "¿Sí?” “Hola, perdona, estaba buscando la catedral.” “Estás muy cerca, no es en esta cuadra sino en la siguiente y das vuelta a la derecha, ahí la verás.” “Gracias”.
Sigo caminando. No sé en dónde quedó el hombre excéntrico. Volteo a todas partes, no hay rastros.
Dejo de buscar cuando voy llegando a mi facultad y de reojo noto algo extraño: el hombre extravagante. Está afuera de la facultad de Traducción fumando con unos amigos.
Gané.
Sonrisa de victoria.