Sunday, March 21, 2010

Splash!
Cayó la bomba matando a miles de micoorganismos.

Wednesday, March 17, 2010

Basta una mirada para derrumbarme.

Y en ella se concentran muchas más.

Se me hace un nudo en la garganta y ya no sé a cuál de todas estoy viendo.

Miro hacia otra parte evitándola por completo pero la sigo sintiendo encima y sólo se me ocurre decir que tengo prisa.

Me voy.

Pero me tortura el resto del día.

Saturday, March 13, 2010

Me gusta mi momento único e irrepetible.
Me gusta tener unos brazos que puedan abrazar mis piernas.
Me gusta tener unas piernas que puedan abrazar mis brazos.
Me gusta tener sensibilidad en las piernas y en los brazos.
Me gusta tener unas rodillas en las que pueda apoyar mi frente,
Y me gusta tener una frente que pueda apoyarse en mis rodillas.
Momento absolutamente bolita.
¡Vivan las bolitas!
Cuando tres mundos colisionan, hay caos.
No sé qué hacer con lo que tengo, con lo que tuve y con lo que tal vez tendré.
Hay un juego del pasado, presente y futuro. En donde el presente se me escurre de las manos.
En el presente hay algo. En el pasado hay algo. En el futuro quién sabe.
El tiempo nunca es el mismo.
El presente es el ahora. No sé si el aquí. Pero sin duda el ahora.
En el ahora estoy yo, sentada en mi cama, con los ojos fogosos por el humo de un olor a melocotón -no durazno-. En el ahora estoy yo, y me imagino siendo imaginada por ti. Y, así, existiendo en dos formas. Tu mirada, y la mía.
Me voy a fundir en el presente y a dejar llevar en las olas de un piano.

Thursday, March 11, 2010

A veces digo cosas sin pensar en lo que realmente estoy diciendo, supongo que nos pasa a todos.
El discurso es simplemente el mismo, totalmente automatizado; sino fuera de esa manera entonces no se podría continuar hablando.
Yo tengo varios discursos.
Uno en especial.
Y cada vez que empiezo, mi cabeza se desconecta y dejo mi boca hablar.
Llevo con ese discurso mucho tiempo. En realidad no le doy a "play" muy amenudo, sólo con algunas personas, en algunos momentos muy concretos.
Así como no pienso en nada, no siento nada. Tampoco veo nada. Es como si estuviera detrás de una cascada, así veo, las formas no son formas, son sólo manchas de colores que no me interesa definir. Todo se bloquea y mi voz continúa.
Hoy, por alguna razón extraña, conecté con el discurso. Bueno, no con él en sí, sino con lo que contenía.
Hace mucho no me pasaba eso.
Y me enojé muchísimo.
Muchísimo.
Y mientras transcurrían imágenes un discurso secundario repetía: Lo odio.
Te odio.
Pensaba que se había ido para siempre. Que dejaría de atormentarme.
Pero no porque, aunque no lo quiera ver, su presencia la siente mi cuerpo y tiembla. Por qué tiemblo?
Por miedo?
Por enojo?
Por impotencia?
Por la desconexión?
Y eres un imbécil y te odio te odio te odio te odio.
No me creyeron por tu culpa. Fui tratada como una estúpida, y tuve que recurrir a la persona que más me dolía ver porque tú, TÚ, me lastimaste como nadie nunca lo había hecho. Y quería que muerieras. Día y noche.
Me convertiste en nada.
Me dormía llorando. Y despertaba llorando. Sin poder creer que estuviera viva, que fuera yo; no quería serlo.
Mis ojos me dolían y no podía refugiarme. Nadie sabía qué hacer conmigo y me hicieron a un lado. Y yo los hice a un lado. Excepto alguien... que lo único que pudo hacer por mí, porque claramante nadie puede retroceder el tiempo, fue llorar conmigo. (Gracias, por cierto.)
No podía más con mi realidad.
Y ya han pasado años. Y, un día voy caminando por la calle, y me doy cuenta que te sigo odiando. Y te odio aún más por eso.
Quiero que mueras en mi vida.

Quiero dejar de temblar.

Wednesday, March 10, 2010

Escribo porque es mucho mejor que leer lecturas obligatorias. Lo más gracioso es que si las viera por mi cuenta sería distinto, tal vez incluso me parecerían interesantes, pero tenerlas aquí para una fecha límite las transforma en aburrimiento. Y en vez de leer el boletín de una academia me dan ganas de leer a Nietzsche (amanecí con unas ganas insoportables, no sé por qué).

Paradojas.

La tos no se ha ido, llevo una semana y media así. Había desaparecido un poco, pero ahora ha vuelto y, no, no la extrañaba. Es que ha vuelto el frío. Como no tengo calefacción hago lo que Anne y enciendo unas velitas. La verdad es que no me calientan para nada. Siento el pecho muy frío. Y por las mañanas me cuesta en exceso salir de la cama; ella me aprisiona, quiere que me quede con ella, pues en parte yo la mantengo calientita y sé que no quiere pasar frío. Me gustaría quedarme con ella -más bien, en ella- mucho más tiempo, pero el ‘deber’ llama. Y entonces la tengo que dejar toda triste. Por la noche sigue resentida conmigo, me recibe fría y un poquito húmeda a causa de su llanto silencioso. En fin, he hablado con ella miles de veces y de hecho conforme va pasando la noche se le pasa, y amanecemos muy enamoradas la una de la otra de nuevo, ella me abraza y yo me hago bolita para que sus brazos me aprieten más. Pero siempre llega el momento de tener que irme, y es lo mismo todos los días. Supongo que en verano será distinto, y le gustará que le dé el sol, y no me echará de menos.

Han arreglado mi persiana, entonces ya tengo luz natural. Últimamente hay sol, pero no calienta nada. Es un poco egoísta y quiere todo el calor para sí, además es 100% ególatra. Entonces sólo se cuela el frío por la “ventana”. Aún así, las vistas son muy buenas y me animan un montón. Antes me deprimía bastante porque tenía dos focos amarillos durante todo el día -daba igual que fueran las 12:00 am o las 12:00 pm- y a veces sólo podía escuchar el recuerdo del viento. Ahora me gusta estar en mi cuarto. Puedo ver el transcurso del día. Antes me iba a la sala con mis compañeras de piso, y tenía que chutarme programas malísimos de televisión que me estaban perforando la cabeza, ahora sólo escucho mi música y leo o veo hacia afuera o contemplo los estandartes luminosos de las velas.

La verdad es que no tengo mucho tiempo libre.

Por las mañanas tengo pocas clases pero siempre aprovecho para ir de compras o hacer cosas que “tengo” que hacer. Y por las tardes tengo clases después de comer. Generalmente salgo de clase a la hora en que prácticamente todo está cerrado, y es un poco deprimente saber que vuelves tan tarde a casa en compañía única del frío.

Necesito calor.

Voy a danza cuatro veces a la semana, y la adoro. Ahí tenemos una pequeña familia. Nos reímos muchísimo en clase, están todas locas, muchas veces no entiendo lo que dicen o no puedo seguir su humor, entonces sólo me miran muertas de risa, y yo respondo con una mirada de pánico. Es una clase muy completa. Tratamos aspectos tanto internos como externos. La profesora ya me ha dicho varias cosas que me pegan, es decir, tiene unas puntadas conmigo muy claras, y me hace pensar que mi piel y mis arterias son más transparentes de lo que pensaba. Y como ella puede verme, me siento acompañada y me contagia su sonrisa.

Supongo que este post podría considerarse un "update" de mi situación, para aquellos que quieren saber más de mí y que no les escribo, y que luego se quejan conmigo por no responderles. Lo siento de verdad. No soy una mala persona, lo prometo. Es sólo que cuando recibo noticias me quedo contenta al saber que ustedes están bien y que siguen ahí. Con eso basta.

Monday, March 1, 2010

Aquí el viento es culpable de la locura de mis pájaros:

Están los que muerden a los otros,

los que se agrupan y se aferran,

los que se cuelgan de cabeza...

Pero
son muchos más
los que salieron volando.