A las aves les
es imposible volar
con tanto viento.
Tuesday, December 24, 2013
Thursday, December 19, 2013
Emanuel se suicidó
Emanuel se suicidó
y no dejó nota.
Emanuel hijo.
Se suicidó
y tuvo que ir su padre
con su foto
por las iglesias
que rechazaban oficiarle una misa
porque Emanuel se suicidó.
Cargar la foto de tu hijo
errántemente
con el dolor
con la culpa
con la incertidumbre
con el vacío
con la rabia
con el porqué
anudados en los ojos
en la garganta
en el pecho
confundidos en las manos
en los brazos
en los hombros
en las piernas
en las rodillas
pesados en los pies
en la cabeza
en la espalda
en la boca
en los dientes
en el nunca más.
Emanuel se suicidó
y lo único que logro recordar de él
es su sonrisa.
y no dejó nota.
Emanuel hijo.
Se suicidó
y tuvo que ir su padre
con su foto
por las iglesias
que rechazaban oficiarle una misa
porque Emanuel se suicidó.
Cargar la foto de tu hijo
errántemente
con el dolor
con la culpa
con la incertidumbre
con el vacío
con la rabia
con el porqué
anudados en los ojos
en la garganta
en el pecho
confundidos en las manos
en los brazos
en los hombros
en las piernas
en las rodillas
pesados en los pies
en la cabeza
en la espalda
en la boca
en los dientes
en el nunca más.
Emanuel se suicidó
y lo único que logro recordar de él
es su sonrisa.
Tuesday, December 17, 2013
Rotación
En mi sueño, la tierra
gira
al rededor de la luna.
Las estrellas a pleno día, y el
movimiento terrestre,
vertiginoso,
cada vez más rápido.
Aparece ella,
me desnuda,
y nuestros
labios,
vertiginosos,
se besan
cada vez más
lento...
Cuando la tierra gira
al rededor de esa luna,
otra sale
y me busca.
gira
al rededor de la luna.
Las estrellas a pleno día, y el
movimiento terrestre,
vertiginoso,
cada vez más rápido.
Aparece ella,
me desnuda,
y nuestros
labios,
vertiginosos,
se besan
cada vez más
lento...
Cuando la tierra gira
al rededor de esa luna,
otra sale
y me busca.
Saturday, November 9, 2013
Tuesday, July 16, 2013
Te enterré en el río.
Tu panza femenina estaba negra, invadida; fuiste invadida sin
yo saber nada.
Me avergoncé de llevar tu cadáver descubierto
La gente nos miró con morbo. El camino fue eterno
a plena luz del día.
Este calor contrasta con tu frío cuerpo, que ya puede
transformarse en cualquier otra cosa.
Has dejado de
existir.
Pero exististe.
Y mis palabras se dirigen a la
nada.
Wednesday, April 3, 2013
"Estoy harta de las palabras…”
“Te estás repitiendo”, me dices, y cuando te miro no te veo
a ti, veo a otro con tu cara, con tu pelo, y recuerdo otros momentos que no te
corresponden.
Al soñar, veo a alguien más lejano. La semilla. Me doy cuenta
de que nada tiene que ver contigo, ni con otro, sino con una caja.
Todo emana de la misma fuente, y yo he mezclado barro, césped,
leña, hierba… Me ensucié y me olvidé del agua.
Sunday, March 24, 2013
Wednesday, January 16, 2013
Delirio de persecusión
Salí de ahí sin darme cuenta de que durante el proceso me habían succionado la médula espinal superior durante tres horas. Lo supe por la carencia de energía que vino en el momento de cruzar la puerta y el dolor en la nuca.
Parece que la succión provenía de la pluma y se escapaba en tinta azul sobre el papel. Así me veía yo por dentro, y me dejaba ir en un movimiento mecánico que provenía de mi mente.
---
En el comedor universitario el señor, al cual he oido llamar "Manolo", me hizo los piropos de siempre, pero en vez de que fuera breve como suele serlo y seguirle hablando al resto, me miró fijamente mientras servía otro plato. Pretendí no darme cuenta acomodando el plato en la bandeja, esperando deslizarme hacia el sector del segundo plato en donde me esperaba una señora menos intimidante. Cuando ya iba a avanzar, él, que no me había quitado la mirada de encima en todo ese tiempo, me dijo: "te vi ayer por la calle", y entonces lo miré al instante y me encontré con sus ojos cejudos y azules. Es la segunda vez que me lo dice.
Consternada, fui a sentarme. ¿Te imaginas, pensé, que este hombre es el narrador de tu vida, y en realidad es omniprescente? Solo que te dice esporádicamente que te ha visto para no levantar sospechas o, peor aún, para levantarlas.
---
Estuve un rato comiendo sola en una mesa de seis, quitándole muy lentamente las espinas al fragmento de pescado que estaba en mi plato. "No hay que perderle respeto al pescado", pensaba, mientras me imaginaba una posible espina clavada en el esófago. Sentí movimiento cerca y alcé la cabeza. Una pareja de señores me preguntaban si se podían sentar conmigo. Me sentí aliviada por un momento al tener un poco de compañía, empezaron a dejar sus abrigos mientras yo continuaba espulgando el pescado, y de pronto escuché: "te abandonamos", miré y la mujer señalaba una mesa que se había desocupado, el sentimiento de abandono debió reflejarse en mi cara porque ella aclaró en tono cómplice: "es que somos tres".
Vi como se alejaron, se sentaron y seguían siendo dos. Los miraba de cuando en cuando para ver si aparecía un tercero pero seguían siendo dos. ¿Se referiría a un bebé tal vez, y me acababa de confesar algo que no le había dicho a nadie por ser una desconocida? Los miraba y parecía una opción muy descartable. ¿Se referiría entonces a un... espíritu? Sí, debía ser eso... Todo cobró sentido por el tono en que me lo había dicho...( "es que somos tres...")
---
Llegó un conocido y se sentó conmigo. Ya había terminado de comer pero decidí acompañarlo a pesar de que no tenía ganas de hablar ni de interactuar de ninguna forma. Así que esperé. Llegaron más conocidos y los saludé con la mano, se sentaron en otra mesa porque ya habían dejado sus cosas ahí, y menos mal porque ellos sí se tardan un montón comiendo. Al levantarme para dejar mi bandeja una vez que el otro ya había terminado, me interceptó uno de ellos, levantándose rápido con los cachetes llenos de comida y me dijo en su español extranjero: "¡dos besos!" y nos saludamos, mientras sentía su cachete deforme pegándose al mío. El otro se levantó cuando vio que el primero se levantaba y me agarró del brazo. Cuando lo iba a saludar de beso me dijo: "Antes que nada, el chico con el que estás, ¿es tu pareja?", y como negué con la cabeza dijo: "¡entonces dame dos besos!"
Volví por mi abrigo, confundida, y al irme me percaté de algo que me generó cierta angustia.
Seguían siendo dos. Al lado había una silla vacía.
Parece que la succión provenía de la pluma y se escapaba en tinta azul sobre el papel. Así me veía yo por dentro, y me dejaba ir en un movimiento mecánico que provenía de mi mente.
---
En el comedor universitario el señor, al cual he oido llamar "Manolo", me hizo los piropos de siempre, pero en vez de que fuera breve como suele serlo y seguirle hablando al resto, me miró fijamente mientras servía otro plato. Pretendí no darme cuenta acomodando el plato en la bandeja, esperando deslizarme hacia el sector del segundo plato en donde me esperaba una señora menos intimidante. Cuando ya iba a avanzar, él, que no me había quitado la mirada de encima en todo ese tiempo, me dijo: "te vi ayer por la calle", y entonces lo miré al instante y me encontré con sus ojos cejudos y azules. Es la segunda vez que me lo dice.
Consternada, fui a sentarme. ¿Te imaginas, pensé, que este hombre es el narrador de tu vida, y en realidad es omniprescente? Solo que te dice esporádicamente que te ha visto para no levantar sospechas o, peor aún, para levantarlas.
---
Estuve un rato comiendo sola en una mesa de seis, quitándole muy lentamente las espinas al fragmento de pescado que estaba en mi plato. "No hay que perderle respeto al pescado", pensaba, mientras me imaginaba una posible espina clavada en el esófago. Sentí movimiento cerca y alcé la cabeza. Una pareja de señores me preguntaban si se podían sentar conmigo. Me sentí aliviada por un momento al tener un poco de compañía, empezaron a dejar sus abrigos mientras yo continuaba espulgando el pescado, y de pronto escuché: "te abandonamos", miré y la mujer señalaba una mesa que se había desocupado, el sentimiento de abandono debió reflejarse en mi cara porque ella aclaró en tono cómplice: "es que somos tres".
Vi como se alejaron, se sentaron y seguían siendo dos. Los miraba de cuando en cuando para ver si aparecía un tercero pero seguían siendo dos. ¿Se referiría a un bebé tal vez, y me acababa de confesar algo que no le había dicho a nadie por ser una desconocida? Los miraba y parecía una opción muy descartable. ¿Se referiría entonces a un... espíritu? Sí, debía ser eso... Todo cobró sentido por el tono en que me lo había dicho...( "es que somos tres...")
---
Llegó un conocido y se sentó conmigo. Ya había terminado de comer pero decidí acompañarlo a pesar de que no tenía ganas de hablar ni de interactuar de ninguna forma. Así que esperé. Llegaron más conocidos y los saludé con la mano, se sentaron en otra mesa porque ya habían dejado sus cosas ahí, y menos mal porque ellos sí se tardan un montón comiendo. Al levantarme para dejar mi bandeja una vez que el otro ya había terminado, me interceptó uno de ellos, levantándose rápido con los cachetes llenos de comida y me dijo en su español extranjero: "¡dos besos!" y nos saludamos, mientras sentía su cachete deforme pegándose al mío. El otro se levantó cuando vio que el primero se levantaba y me agarró del brazo. Cuando lo iba a saludar de beso me dijo: "Antes que nada, el chico con el que estás, ¿es tu pareja?", y como negué con la cabeza dijo: "¡entonces dame dos besos!"
Volví por mi abrigo, confundida, y al irme me percaté de algo que me generó cierta angustia.
Seguían siendo dos. Al lado había una silla vacía.
Subscribe to:
Posts (Atom)