Además me hacía amiga de un fantasma. Todo esto en unas camas en donde uno debía ducharse: el agua era caliente, y yo me acostaba sin quitarme la bata que parecía de hospital. Me había asomado por el resquicio de la puerta en donde estaba mi madre ficticia -o mi madre verdadera porque en todo caso yo era otra- y ella lo hacía de esa manera. A mí nadie me había explicado cómo era el funcionamiento del hotel. Así que observé que debía acostarme con esa bata puesta, sin saber muy bien por qué.
Eran dos regaderas: una me daba al pecho, la otra a las piernas. Salía vapor. Entonces llegaba el novio de la chicafantasma que había conocido y empezaba a hablarme. Me asustaba, mi cuerpo se transparentaba con el agua, y sentía inmovilidad en mis manos, como si estuviesen esposadas a la camilla, pero él hablaba sin darse cuenta de mi incomodidad y eso me relajaba, él ni siquiera me miraba, él hablaba mirando hacía todas las direcciones, menos hacia donde yo estaba.
Entonces entró mi madre, armando un escándalo al encontrar a un hombre en mi habitación y lo echaron del hotel, quitándole la posibilidad de encontrarse con su amadafantasma.
No comments:
Post a Comment