Encuentras nieve que quema,
pero sigue siendo helada.
Puede que te encienda el alma
más ella no arderá nada.
Wednesday, November 4, 2009
Friday, October 23, 2009
Monday, October 12, 2009
Sabes que si mi vida transcurriera en un segundo, no sería así. Pero es verdad que mi vida transcurre en un segundo; cada segundo distinto e irrepetible, cada segundo que sólo puedo percibir y darle sentido a través de la secuencia de varios segundos que van formando minutos, horas, días, meses, años. Porque si viviera un segundo distante a otro entonces sería como atragantarme con un mínimo de aire después de haber estado ahogada, y en ese único segundo no me importaría absolutamente nada de lo que veo, ni de lo que oigo, ni de lo que huelo, ni de lo que siento, sólo me importaría el hecho de poder volver a respirar, mientras todo lo demás es ajeno a mí.
-
Hoy amanecí con un dolor de cabeza insoportable, abro mi correo y leo: "Noticia de último momento: estás resfriada." Vaya, y así me lo dice. Le respondo: "Bueno, pero sólo espero que sea hoy." Y no me contesta nada.
Afuera el sol quema y el aire anda feliz, contagiando con su ritmo a las prendas que cuelgan de los balcones de los vecinos, pareciera como si bailaran. Tengo los pies helados.
Es la hora de la comida, y no tengo nada hecho, no tengo hambre, pero tengo que comer, no me dan ganas de preparar nada. ¿Qué hay? Espinacas, garbanzos y setas enlatadas. No está tan mal. Las espinacas son las que hacen que la anemia no se alebreste, y puedo agregarle ajonjolí que tiene mucho calcio.
Vuelvo a abrir mi correo al no saber qué hacer, no tengo ganas de hacer nada: "Noticia de último momento: las razones de tu resfriado son sólo por los acontecimientos del sábado." Bueno, pues a pensar entonces, tal vez así se me quite.
Estoy fatal, no puedo agacharme porque el dolor aumenta como si tuviera vértigo entre más se acerca al suelo. La nuca me palpita y los ojos también. Tengo mucho frío pero ya estoy muy abrigada y mi cuarto es el más caliente de toda la casa, le da directamente el sol. Me da un poquito de náuseas.
"Quiero morir cinco minutos, ¿me despiertas después?"
"Noticia de último momento: no puedo hacer eso por ti"
Me dan muchas ganas de llorar.
Lo que pasó el sábado no es tan importante, pero me ha afectado muchísimo. Vivir vidas paralelas en un mismo lugar no está tan chido.
Salí con el italiano de 27, no diré su nombre porque no tengo derecho de hacer eso. Me desgastó emocionalmente con sus caras de tristeza y se enojó porque no quise dormir en su casa. ¿Pero por qué me afecta tanto? No tengo ni idea. En primera, nunca debí haber salido con él si no tenía ganas. Tal vez es eso. Tal vez estoy enojada conmigo misma. En segunda, después de haber tomado un poco de vino y algunos licores italianos me puse muy sensible y le conté cómo fueron mis "dulces 16" que de dulces no tuvieron absolutamente nada. Debe ser esto porque me están dando ganas de vomitar. Que después de contarle las experiencias que tuve, él se enojó porque no me quise quedar en su casa.
Necesito estar en casa... que mis padres me cuiden como si tuviera cinco años de nuevo. Aquí me siento muy sola. Y se desprenden unas lágrimas suicidas de mis ojos.
Pienso hablarle a Jose, que es el que más me cuida últimamente. O el que siempre sabe qué decir o qué hacer... o el que me acaricia el pelo mientras intenta tranquilizarme. Pero no contesta.
No quiero llorar, el dolor se concentra más, necesita el agua de mis ojos para diluirse ahí dentro.
"Realmente espero que sólo sea hoy."
Y no me contesta nada.
-
Hoy amanecí con un dolor de cabeza insoportable, abro mi correo y leo: "Noticia de último momento: estás resfriada." Vaya, y así me lo dice. Le respondo: "Bueno, pero sólo espero que sea hoy." Y no me contesta nada.
Afuera el sol quema y el aire anda feliz, contagiando con su ritmo a las prendas que cuelgan de los balcones de los vecinos, pareciera como si bailaran. Tengo los pies helados.
Es la hora de la comida, y no tengo nada hecho, no tengo hambre, pero tengo que comer, no me dan ganas de preparar nada. ¿Qué hay? Espinacas, garbanzos y setas enlatadas. No está tan mal. Las espinacas son las que hacen que la anemia no se alebreste, y puedo agregarle ajonjolí que tiene mucho calcio.
Vuelvo a abrir mi correo al no saber qué hacer, no tengo ganas de hacer nada: "Noticia de último momento: las razones de tu resfriado son sólo por los acontecimientos del sábado." Bueno, pues a pensar entonces, tal vez así se me quite.
Estoy fatal, no puedo agacharme porque el dolor aumenta como si tuviera vértigo entre más se acerca al suelo. La nuca me palpita y los ojos también. Tengo mucho frío pero ya estoy muy abrigada y mi cuarto es el más caliente de toda la casa, le da directamente el sol. Me da un poquito de náuseas.
"Quiero morir cinco minutos, ¿me despiertas después?"
"Noticia de último momento: no puedo hacer eso por ti"
Me dan muchas ganas de llorar.
Lo que pasó el sábado no es tan importante, pero me ha afectado muchísimo. Vivir vidas paralelas en un mismo lugar no está tan chido.
Salí con el italiano de 27, no diré su nombre porque no tengo derecho de hacer eso. Me desgastó emocionalmente con sus caras de tristeza y se enojó porque no quise dormir en su casa. ¿Pero por qué me afecta tanto? No tengo ni idea. En primera, nunca debí haber salido con él si no tenía ganas. Tal vez es eso. Tal vez estoy enojada conmigo misma. En segunda, después de haber tomado un poco de vino y algunos licores italianos me puse muy sensible y le conté cómo fueron mis "dulces 16" que de dulces no tuvieron absolutamente nada. Debe ser esto porque me están dando ganas de vomitar. Que después de contarle las experiencias que tuve, él se enojó porque no me quise quedar en su casa.
Necesito estar en casa... que mis padres me cuiden como si tuviera cinco años de nuevo. Aquí me siento muy sola. Y se desprenden unas lágrimas suicidas de mis ojos.
Pienso hablarle a Jose, que es el que más me cuida últimamente. O el que siempre sabe qué decir o qué hacer... o el que me acaricia el pelo mientras intenta tranquilizarme. Pero no contesta.
No quiero llorar, el dolor se concentra más, necesita el agua de mis ojos para diluirse ahí dentro.
"Realmente espero que sólo sea hoy."
Y no me contesta nada.
Thursday, October 8, 2009
FdelP: P.M.
"¿y de qué sirve un mundo único y personal, Palinuro, cuando se supone que hemos nacido para compartir nuestra vida y apacentar juntos nuestros sueños, cuando se supone que estamos aquí no sólo para compartir los caracoles y la cerveza, sino también nuestras risotadas, nuestras guerras de colores y nuestras filosofías huecas? Eso no se perdona porque es algo que se acerca a la verdad más terrible y al mismo tiempo más simple y obvia de todas, y es que con cada uno de nosotros nace y con cada uno de nosotros muere un universo, ya lo han dicho antes que yo, ya lo decía la abuela Altagracia(señora de los lugares comunes) cuando afirmaba que cada cerveza es un mundo, un universo entero con todos sus planetas, sus estrellas, sus millones de personas y de ideas, sus estudiantes y sus huelgas. Bueno, esto no lo decía ella, con todos estos agregados, pero es lo mismo. Y nuestra fragilidad es tanta, tanta nuestra miseria, que no sólo por razones de filosofía profunda nosotros nunca somos sino que estamos siendo y no seremos del todo hasta nuestra muerte sino por otras razones menos altisonantes y más terrestres: nuestras glándulas, nuestras hormonas, nuestros alimentos. Cuando yo me como este caracol, por ejemplo, quizás estoy ingiriendo un alcaloide desconocido, una droga misteriosa, un veneno lento que comenzará a cambiar insensiblemente ya no digamos el curso de esta noche, sino de mi vida entera. Palinuro, ese olor a amoníaco que nos llega del mingitorio nos desagrada a ti y a mí, sino sencillamente porque las neuronas de nuestros centros olfatorios están despiertas y funcionan bien, pues tienes que saber que hay lesiones en el cerebro que vuelven insoportable y hasta doloroso el olor de un nardo.¿Y cuándo se ha visto que duela el aroma de las flores como no sea aquel de las rosas rojas que papá Eduardo señalaba con su bastón en el parque Río de Janeiro, y eso es porque te duele haber perdido para siempre todo lo que ese aroma te trae a la memoria? (...) estamos hechos de palabras y las cosas también; porque nosotros somos tan sólo memoria y las cosas existen y son verdaderas cuando se dejan vestir, mansas, del mundo de las palabras, del aura iridiscente y temblorosa de voltios y vatios y protones y neurones con lo cual los positivistas enmascararon el grito del relámpago; por lo demás, no por eso son nuestras, no por eso sabremos nunca qué hay atrás de ellas; no por el hecho de que nos juren que las memorias de la Alhambra están hechas de fórmulas orgánicas de azúcar y anfibiologías arquitectónicas, no por eso, querido primo, la esencia de sus arabescos y sus celosías dejará de deshacerse ante nuestros ojos como espuma de Mediterráneo. Aunque decir "atrás", claro, sólo es un decir: no es que la esencia de las cosas esté atrás ni en ninguna parte: ni abajo, ni adentro, ni alrededor. Todas estas palabras no nos sirven para designar algo que no está ni en el espacio ni en el tiempo, porque espacio y tiempo son también palabras. ¿Y quién ha visto jamás una palabra redonda? ¿quién ha visto una sílaba color de rosa? ¿quién ha visto nunca a una frase correr por las calles gritando como loca? ¿Quién ha visto nunca a un párrafo gordo y oloroso a tabaco Príncipe Alberto sentarse en la banca de un parque para leer el periódico? ¿Quién ha visto jamás una ilusión vestida de encajes morados, o a un poema que revienta como un estornudo en el plexo solar y lanza la sangre a las alturas? La neurología, querido primo, habrá llegado a delimitar la región caliginosa y casi impenetrable de la memoria total y organizada y eterna la memoria en su más alta y profunda y desgarradora manifestación humana, la memoria absurda que es capaz de recordar para toda la vida y palabra por palabra un poema sobre los estudiantes o incluso más, la obra entera del hombre que dotó al cielo del arte con un razo macabro y un nuevo escalofrío, o incluso, imagínate qué estupidez, incluso puede aprenderse nombre por nombre y número por número el directorio telefónico de la ciudad de México o los Manuales Técnicos Ford, y que sin embargo es capaz la infeliz, la traidora, de olvidar para siempre, instante tras instante, las rosas olorosas y fragantes de la infancia y las voces y los ámbitos húmedos y dorados de una adolescencia impávida y triunfal: pero nunca,jamás, nadie ha encontrado, en ese huevo* que viste tú, en ese cerebro formado por intestinos blancos y barnizados y apelmazados, en ese laberinto de la concordia discordante rodeado y custodiado por serpientes apelmazadas y blancas, nadie, Palinuro, ha descubierto jamás o siquiera vislumbrado el rastro de un recuerdo, la huella romántica de una ilusión, el espejismo color ajeno de un sofisma, o el signo, el estallido imperial de una idea clásica o los surcos y las ámpulas, las cicatrices veladas por telarañas tornasoladas, los vestigios y las sombras que debieron dejar a su paso las palabras allí aprendidas y los razonamientos allí concebidos y las imágenes sensoriales del mundo y sus cosas: del mundo redondo y del aroma de las flores y la cerveza; de la tierra dulce y de la frialdad del hielo y el ardor de las esfinges; de la patria oscura, de la suavidad del fieltro y el sonido de las campanas, y de la juventud(¡de nuestra juventud, Palinuro!) y de la agonía y el ruido de las turbinas, y del color y de la forma de las casas y de las nubes y de las mujeres y del resplandor bárbaro del sol: nunca, jamás, ni mil años más tarde."
Palinuro de México, Fernando del paso.
(*el huevo es lo que sería el aleph para Borges)
Palinuro de México, Fernando del paso.
(*el huevo es lo que sería el aleph para Borges)
Friday, September 18, 2009
Concierto gratis...
Abrió un grupo que me encanta, he visto su proceso en un concurso de bandas que hicieron en Salamanca. Conozco al bajista. Me lo presentó un compañero de clase de alemán, que me solía invitar a escucharlo tocar el chelo o el piano en El Savor.
Luego subí a las gradas, me senté y escuché al otro grupo. Lourdes me había explicado que ellos antes eran medio skinheads, pero tras escuchar una canción nos hemos dado cuenta de que eso no es así.
De hecho, sin saberlo, conocía ya una canción de ellos. Y fue como dar un salto en el tiempo. Me acordé de Madrid: de los hombres que brindaban gritando “darth vader”, y que cantaban esa canción con muchísimo fervor en el Madrid Madrid. Me acordé de su pasión por The big bang theory. El ruso que tenía novia pero que a veces buscaba mi mano con la suya. La mirada de un tipo tras unos lentes, y unos bigotes mal-crecidos. El gordito que estaba en mi residencia y que no dejó de llamarme el año pasado aunque yo no contestase el teléfono. Argüelles y todos los Skinheads que estaban ahí. La música que era miles de sonidos al mismo tiempo con voces terroríficas. Los dardos y las apuestas. El patio donde intenté detener a una mujer enorme y agresiva, mientras todos nos veían desde arriba y por todas partes reían. Las paredes graffiteadas que apenas se notaban en la oscuridad.
Me sentía totalmente ajena al concierto. Muchos se emocionaban al escuchar cómo empezaba alguna canción y gritaban. Yo sólo podía sentir un ardor fuerte en la garganta y el pecho. Fue como si viera todo a través de un vidrio, se me hacía muy raro tener frío en un lugar con tanta gente activa.
Entonces, viéndolos a todos desde arriba, con una gran distancia, me fijé en la burbuja-condón suspendida en el humo, en luces de un submarino de colores de donde quería escapar una voz absorbida por las batallas estruendosas de las bombas y de las cuerdas que quebrantaban el agua. La burbuja decidió bajar, buscando la arena movediza y esta la rechazó varias veces con su movimiento hasta que la arena se calmó junto con la tormentosa guerra, fue entonces cuando la burbuja naufragó y murió. De la arena movediza fueron surgiendo estrellas poco a poco, creando constelaciones que se movían como follajes de árboles al viento, a la melodía de la música. Fue entonces que la voz salió del submarino y cayó en un hueco hueco eco. Pero al sentir como empezaba de nuevo la batalla se fue escondiendo nuevamente en su guarida colorida, relampagueante. Un petardo sonó agudo, cerquita, cerquitititita, chirriante. Un quejido común ensordeció los oídos, y el petardo no caía y no cayó, hasta cubrirse por la guerra de sonidos.
Luego subí a las gradas, me senté y escuché al otro grupo. Lourdes me había explicado que ellos antes eran medio skinheads, pero tras escuchar una canción nos hemos dado cuenta de que eso no es así.
De hecho, sin saberlo, conocía ya una canción de ellos. Y fue como dar un salto en el tiempo. Me acordé de Madrid: de los hombres que brindaban gritando “darth vader”, y que cantaban esa canción con muchísimo fervor en el Madrid Madrid. Me acordé de su pasión por The big bang theory. El ruso que tenía novia pero que a veces buscaba mi mano con la suya. La mirada de un tipo tras unos lentes, y unos bigotes mal-crecidos. El gordito que estaba en mi residencia y que no dejó de llamarme el año pasado aunque yo no contestase el teléfono. Argüelles y todos los Skinheads que estaban ahí. La música que era miles de sonidos al mismo tiempo con voces terroríficas. Los dardos y las apuestas. El patio donde intenté detener a una mujer enorme y agresiva, mientras todos nos veían desde arriba y por todas partes reían. Las paredes graffiteadas que apenas se notaban en la oscuridad.
Me sentía totalmente ajena al concierto. Muchos se emocionaban al escuchar cómo empezaba alguna canción y gritaban. Yo sólo podía sentir un ardor fuerte en la garganta y el pecho. Fue como si viera todo a través de un vidrio, se me hacía muy raro tener frío en un lugar con tanta gente activa.
Entonces, viéndolos a todos desde arriba, con una gran distancia, me fijé en la burbuja-condón suspendida en el humo, en luces de un submarino de colores de donde quería escapar una voz absorbida por las batallas estruendosas de las bombas y de las cuerdas que quebrantaban el agua. La burbuja decidió bajar, buscando la arena movediza y esta la rechazó varias veces con su movimiento hasta que la arena se calmó junto con la tormentosa guerra, fue entonces cuando la burbuja naufragó y murió. De la arena movediza fueron surgiendo estrellas poco a poco, creando constelaciones que se movían como follajes de árboles al viento, a la melodía de la música. Fue entonces que la voz salió del submarino y cayó en un hueco hueco eco. Pero al sentir como empezaba de nuevo la batalla se fue escondiendo nuevamente en su guarida colorida, relampagueante. Un petardo sonó agudo, cerquita, cerquitititita, chirriante. Un quejido común ensordeció los oídos, y el petardo no caía y no cayó, hasta cubrirse por la guerra de sonidos.
Tuesday, September 1, 2009
A veces dejo de escribir porque siento que me expongo demasiado sin saber exactamente quién me lee... Es como ir ciegamente por la calle; no ves quién está observando cuándo tropezarás. Debería estar acostumbrada, lo único que hago es eso, tropezar.
México...
Regresé hace dos días a Alemania...
En México pasaron tantas cosas y tan pocas... fue un mes y medio exprés, intenso, maravilloso, donde me olvidé de todo lo demás y me dediqué a simplemente estar. Al principio no importaba la gente sino el lugar... después la gente fue cobrando cada vez más importancia, convirtiéndose en el lugar mismo.
Me perdí tanto ahí que entonces se me olvidó la existencia de los últimos dos años, veía España como un sueño borroso y lejano. Como si todo lo vivido hubiera sido sólo parte de mi imaginación.
Así me siento ahora con México, y con todo. En la tierra de nadie...
Contar todo el viaje sería demasiado... así que iré por partes.
Primero viajé a Madrid.
Ahora que lo pienso, suelo estar bastante fuera de mí... odio las despedidas, ya estoy cansadísima. Lo digo porque en Madrid estaba bastante ausente, acababa de pasar la despedida de Roro, un portorriqueño del que nunca les hablé, y de Anne, la alemana... Se amontona todo... Me reencontré con una amiga, Lucía, que no veía hace años. Nos la pasamos poca madre, sólo que yo no estaba totalmente ahí... Estaba en todo y en nada. Estuvo muy intenso... En la semana que estuve por ahí mi doctora me habló durante una hora mientras yo estaba acostada incómodamente en la camilla. Ella había jalado una silla, y comenzó a decirme que juntas teníamos que salvar al mundo. El farmacéutico me había pedido el número de teléfono para llamarme si es que les llegaba la medicina que necesitaba... sólo me llamó para invitarme a una "ronda de cañas", mientras yo tenía la excusa perfecta: me voy del país.
Después viajé a Colonia y, después, viajé a Berlín.
La unión de varias personas que no se conocían fue bastante caótica. Le había comentado a Anne que estaría ahí porque vería allá a Lucía y a su amiga Paulina. Aldo me acompañaría desde el principio. Anne de agregó al plan; acepté sin problemas. Luego Jose, un español que conocí a través de Anne, se agregó al plan; acepté confundida. Ahí mismo nos encontramos a Diana, amiga de Aldo y mía desde Argentina. Resultado: cada quien se dividió conforme a sus intereses: Paulina, Anne y Jose se fueron a beber desde las 8 am; Lucía, Aldo y yo fuimos a conocer Berlín... Por la noche nos juntamos y hacíamos los que unos sabían mejor que otros: beber.
Terminé lesionada en un hospital a causa de un baile salvaje con gays: 7 puntos en la mano.
Depués viajé a Colonia y, después viajé a México...
(to be continued...)
México...
Regresé hace dos días a Alemania...
En México pasaron tantas cosas y tan pocas... fue un mes y medio exprés, intenso, maravilloso, donde me olvidé de todo lo demás y me dediqué a simplemente estar. Al principio no importaba la gente sino el lugar... después la gente fue cobrando cada vez más importancia, convirtiéndose en el lugar mismo.
Me perdí tanto ahí que entonces se me olvidó la existencia de los últimos dos años, veía España como un sueño borroso y lejano. Como si todo lo vivido hubiera sido sólo parte de mi imaginación.
Así me siento ahora con México, y con todo. En la tierra de nadie...
Contar todo el viaje sería demasiado... así que iré por partes.
Primero viajé a Madrid.
Ahora que lo pienso, suelo estar bastante fuera de mí... odio las despedidas, ya estoy cansadísima. Lo digo porque en Madrid estaba bastante ausente, acababa de pasar la despedida de Roro, un portorriqueño del que nunca les hablé, y de Anne, la alemana... Se amontona todo... Me reencontré con una amiga, Lucía, que no veía hace años. Nos la pasamos poca madre, sólo que yo no estaba totalmente ahí... Estaba en todo y en nada. Estuvo muy intenso... En la semana que estuve por ahí mi doctora me habló durante una hora mientras yo estaba acostada incómodamente en la camilla. Ella había jalado una silla, y comenzó a decirme que juntas teníamos que salvar al mundo. El farmacéutico me había pedido el número de teléfono para llamarme si es que les llegaba la medicina que necesitaba... sólo me llamó para invitarme a una "ronda de cañas", mientras yo tenía la excusa perfecta: me voy del país.
Después viajé a Colonia y, después, viajé a Berlín.
La unión de varias personas que no se conocían fue bastante caótica. Le había comentado a Anne que estaría ahí porque vería allá a Lucía y a su amiga Paulina. Aldo me acompañaría desde el principio. Anne de agregó al plan; acepté sin problemas. Luego Jose, un español que conocí a través de Anne, se agregó al plan; acepté confundida. Ahí mismo nos encontramos a Diana, amiga de Aldo y mía desde Argentina. Resultado: cada quien se dividió conforme a sus intereses: Paulina, Anne y Jose se fueron a beber desde las 8 am; Lucía, Aldo y yo fuimos a conocer Berlín... Por la noche nos juntamos y hacíamos los que unos sabían mejor que otros: beber.
Terminé lesionada en un hospital a causa de un baile salvaje con gays: 7 puntos en la mano.
Depués viajé a Colonia y, después viajé a México...
(to be continued...)
Tuesday, June 9, 2009
durmiendo en una cara habitación de bajo presupuesto
Nadie quiere al viento frío.
Por las noches se escurre en mis ventanas,
buscando una ranura que siempre encuentra.
Sólo buscando no sentirse solo,
no sentirse usurpador del vacío de la noche.
Me busca, me encuentra,
me recorre lentamente,
me abraza, me despierta.
Creí que era primavera, le digo.
Mugiendo entre los vidrios me contesta.
De día está vivo,
de noche intenta encontrar
un lugar donde morir tranquilo.
Permito que se quede,
se alimenta de mi cálido hálito
dejándome helada, contagiada.
Mientras vela mirando mi piel de cerca,
inunda mi cuarto con sus lágrimas de madrugada.
No quiere molestar más y se va
perdiéndose en un callejón que lo aprisiona y lo acecha.
El cuarto percibe su fría ausencia.
Intento aferrarme a las sábanas
que no reemplazan su huella.
Por las noches se escurre en mis ventanas,
buscando una ranura que siempre encuentra.
Sólo buscando no sentirse solo,
no sentirse usurpador del vacío de la noche.
Me busca, me encuentra,
me recorre lentamente,
me abraza, me despierta.
Creí que era primavera, le digo.
Mugiendo entre los vidrios me contesta.
De día está vivo,
de noche intenta encontrar
un lugar donde morir tranquilo.
Permito que se quede,
se alimenta de mi cálido hálito
dejándome helada, contagiada.
Mientras vela mirando mi piel de cerca,
inunda mi cuarto con sus lágrimas de madrugada.
No quiere molestar más y se va
perdiéndose en un callejón que lo aprisiona y lo acecha.
El cuarto percibe su fría ausencia.
Intento aferrarme a las sábanas
que no reemplazan su huella.
Thursday, May 14, 2009
Es un hecho!
Lo que antes fue vivo, y tangible, fue convertido en mito. Lo que ahora es mítico, se volvera parte de su realidad...
chan cha cha chaaaan!
Tengo mis boletos para México! Wooooh! estoy muy emocionada!!! Llegaré por ahí el 24 de julio, y volveré a perderme en el espacio marítimo el 29 de agosto... les gusta la idea?
no?
por qué!?
bueno, ya están comprados, no puedo hacer nada al respecto!
Estoy en plena época de exámenes, y como algunos de ustedes saben, los exámenes aquí son la muerte! así que por eso no he podido escribir antes.
Les cuento rápido que participaré en un concurso de foto en la facultad de Ciencias Ambientales... Luego les pongo cuales participarán... por ahora, sólo puedo concentrarme en el sentimiento trágico de los poetas del exilio de la España franquista! Pero me siento identificada con ellos así que no está tan mal...
Espero que estén contentos por mi visita! y, sino, tienen dos meses para que nazca el sentimiento, entendido???
chan cha cha chaaaan!
Tengo mis boletos para México! Wooooh! estoy muy emocionada!!! Llegaré por ahí el 24 de julio, y volveré a perderme en el espacio marítimo el 29 de agosto... les gusta la idea?
no?
por qué!?
bueno, ya están comprados, no puedo hacer nada al respecto!
Estoy en plena época de exámenes, y como algunos de ustedes saben, los exámenes aquí son la muerte! así que por eso no he podido escribir antes.
Les cuento rápido que participaré en un concurso de foto en la facultad de Ciencias Ambientales... Luego les pongo cuales participarán... por ahora, sólo puedo concentrarme en el sentimiento trágico de los poetas del exilio de la España franquista! Pero me siento identificada con ellos así que no está tan mal...
Espero que estén contentos por mi visita! y, sino, tienen dos meses para que nazca el sentimiento, entendido???
Friday, May 1, 2009
en mi día nocturno
tuve un sueño. era una especie de concierto. un lugar de mala muerte. con tiendas de campaña. oscuras. había mucha gente. era una feria sin luces de colores. parecía que alguien había muerto. pero, quién, no recuerdo. me enfermé. me enfermé de dolor. de nostalgia. mi madre me dijo que yo había vomitado algo amarillo. se veía preocupada. yo también. pero no dejaba de llorar. lloraba y lloraba. no me acordaba de haber vomitado porque el llanto me había borrado la memoria, se vaciaba mi mente en cada lágrima. me convertí en algo que lloraba. mi madre me sostenía en sus brazos. yo estaba muriendo. lloraba, no paraba de llorar. mi madre me llevaba con mi padre, arrastrando mis piernas, colgando mis brazos. le decía preocupada que había vomitado. pobre niña. está enferma. vomitó algo amarillo. vomitó su mundo. y ellos tenían los ojos rojos de desesperación. húmedos y rojos. mi madre temblaba. no podía hablar. yo estaba en sus brazos. como un bebé que lloraba y no paraba de llorar. se va mi hija. se va... en medio de este caos, ella se va.
Thursday, April 30, 2009
tras unas costillas
Si no me hubiera ido de Argentina, tal vez todos mis organos seguirían envueltos en aquél plástico transparente.
Por alguna razón, después de un año de estar en México, uno de mis órganos perdió ese plástico que lo guardaba:
Respiró.
Se sentía libre, contento, capaz de verse a si mismo, sintiendo las dimensiones de su cuerpo cada vez que necesitaba moverse.
Se resguardaba junto a los demás órganos, y fue feliz así durante un tiempo.
Al año y once meses se comenzó a sentir desprotegido, solo. Quería volver a sentirse libre como al principio, pero ahora el estar expuesto a la intemperie le producía un terror insoportable. Era blando. Era débil.
Quiso volver a recuperar ese plástico que lo envolvía, pero no lo volvió a encontrar; lo había tirado por la euforia que había sentido al principio cuando aprendió a respirar, cosa que a veces se le olvidaba, y se ahogaba en el agua de su angustiosa soledad.
Separado de los demás órganos, protegidos por su plástico transparente, se puso a llorar. Ahora espera que un milagro lo salve para sentirse protegido en una tierra de nadie, en un hogar sin hogar.
Por alguna razón, después de un año de estar en México, uno de mis órganos perdió ese plástico que lo guardaba:
Respiró.
Se sentía libre, contento, capaz de verse a si mismo, sintiendo las dimensiones de su cuerpo cada vez que necesitaba moverse.
Se resguardaba junto a los demás órganos, y fue feliz así durante un tiempo.
Al año y once meses se comenzó a sentir desprotegido, solo. Quería volver a sentirse libre como al principio, pero ahora el estar expuesto a la intemperie le producía un terror insoportable. Era blando. Era débil.
Quiso volver a recuperar ese plástico que lo envolvía, pero no lo volvió a encontrar; lo había tirado por la euforia que había sentido al principio cuando aprendió a respirar, cosa que a veces se le olvidaba, y se ahogaba en el agua de su angustiosa soledad.
Separado de los demás órganos, protegidos por su plástico transparente, se puso a llorar. Ahora espera que un milagro lo salve para sentirse protegido en una tierra de nadie, en un hogar sin hogar.
Saturday, April 25, 2009
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